Mónica : Una lección diaria de devoción por el campo

Aprendiz del Centro de Formación Agroindustrial La Angostura realizará pasantía en Montevideo Uruguay

Fue en Chinú, un municipio del departamento de córdoba, abrigado por el aura de embrujo del caribe Colombiano, el lugar en el que Mónica Ruiz descubrió su amor por el campo. Cuando era apenas una niña y sus días eran dedicados al juego y el estudio, contemplaba con asombro la dedicación de su padre a la finca. “Siempre he vivido en el campo. Mis papás le han dedicado toda la vida a los cultivos y el ganado. Me siento orgullosa de ser hija de un mayordomo que me ha enseñado con su ejemplo que la agricultura es uno de los oficios más dignos”.

En medio de las leyendas que deambulan en la boca de juglares que habitan las casas  de córdoba, y siempre iluminada por la luz tornasolada que el sol despliega en las tierras costeras, Mónica desde temprano decidió dedicarse al aprendizaje de los temas agrícolas. “He escuchado que la agricultura es para los hombres. Yo no creo en eso. La mujer le puede aportar mucho a éste país y el campo es un escenario para demostrarlo. Si aprendemos a administrar las empresas agropecuarias tendremos prosperidad y nuestros padres sabrán manejar con eficiencia las fincas”. 

En Mónica, su frágil figura contrasta con la firmeza de sus opiniones; y aún más, con la indeclinable vocación que alienta sus proyectos. Por ello no sorprende que haya obtenido el primer puntaje en el proceso de selección que recientemente adelantó la oficina de cooperación y relaciones internacionales del Servicio Nacional de Aprendizaje, para una pasantía internacional en Montevideo Uruguay.  Su estancia académica en ésta capital suramericana fue lograda gracias a un convenio de cooperación entre el SENA  y la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional y la Universidad

del Trabajo de Uruguay. Durante ocho semanas, ésta aprendiza de la tecnología en Gestión de Empresas Agropecuarias del Centro de Formación Agroindustrial La Angostura, consagrará sus esfuerzos a ahondar en la producción lechera. “Recuerdo mucho el día en que viajaba y vi la entrada del centro. Llevábamos pocos días de haber llegado al Huila. Me interesé y empecé a averiguar para poder ingresar a La Angostura. Mis papás me apoyaron y por eso me alegra poder viajar a otro país a conocer más sobre la lechería. Cuando las cosas se hacen con disciplina la vida le da buenas oportunidades.”