Hubo un tiempo en el que la
inteligencia se trenzaba en amistosas jornadas con el juego. De ese vínculo nos
fue heredada la literatura de Julio Cortázar, la música de Igor Stravinski y la
divulgación científica de Carl Sagan. El
divorcio de la lúdica con la academia nos exilia de la comarca de la sorpresa
para condenarnos a la repetición del manual, a la cárcel del dato y la
privación de la travesura.
Por eso concebir espacios para
potenciar la creatividad y la imaginación, y salvarnos del naufragio que supone
amargar los saberes, es una tarea apremiante cuando de reivindicar la invención
se trata. Son las ludotecas escenarios para las ideas que germinan en los
niños; ambientes en los que se implementan las estrategias para provocar los
desafíos y suscitar las rutas didácticas que nos lanzan a navegar los
tormentosos y seductores mares que han de llevarnos a las nuevas cartografías
del saber.
Martha
Ruth Endo, Aprendiz del Técnico en
Atención Integral a la Primera infancia,
relata los aportes del proceso formativo que culminó con la inauguración de la
ludoteca en la vereda El Cagúan de la ciudad de Neiva. “En materia pedagógica
se trabajaron los temas de desarrollo de la motricidad fina, motricidad
gruesa; también de lenguaje sensorial. Estudiamos la importancia de que el niño sea estimulado desde
la gestación; hay que trabajar para que
haya un mejor desarrollo integral y para
que se construya una relación armónica entre
la comunidad y la familia”.
Por su parte Cándido Herrera
González, Subdirector del Centro de Formación
Agroindustrial La Angostura, manifestó
la alegría que le genera el observar como las madres comunitarias serán
las encargadas de liderar una nueva etapa en la formación de la población
infantil de esta zona del departamento. “El
programa de atención integral a la primera infancia, en su etapa de nivel de
técnico, es el cumplimiento de un convenio entre el Instituto colombiano de
bienestar Familiar y el servicio Nacional de aprendizaje SENA, desarrollado a
través de los Centro de Formación. La pertinencia radica en uno de los
propósitos de nuestro plan estratégico y es el de contribuir a la inclusión
social y a la igualdad de oportunidades. Con apoyo a las madres comunitarias en
su proceso de cualificación y capacitación, estamos incidiendo directamente en
el bienestar de nuestros niños que son el presente y el futuro de la sociedad colombiana.”
Son las ludotecas los ambientes de
aprendizaje que se encargarán de formar a los niños que construyen el lenguaje de la reconciliación en Colombia.
No en vano, la ludoteca del municipio de Teruel lleva el alegórico nombre de
Semillas de Paz. Nada más revelador de la actividad que en ellas realizan instructoras y aprendices del
Servicio Nacional de Aprendizaje SENA;
porque la estridencia de la guerra ha de suplantarse por las sonrisas de
los nuevos ciudadanos de Colombia.
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