Germán Adolfo González fue elegido como el nuevo representante de los aprendices del
Centro de Formación Agroindustrial La Angostura. Aprendiz del tecnólogo en
producción ganadera, en él germinan las ideas en cada una de las frases que pronuncia con sosiego y una
acompasada voz que revela transparencia.
Con una carta de navegación que apuesta por el trabajo social y las causas
comunes, fue respaldado en las urnas por una holgada cantidad de electores que
le confiaron la vocería para el nuevo periodo.
¿En qué
momento de su vida asume su condición de líder y se descubre como abanderado de
proyectos colectivos?
Desde que
era muy pequeño fui líder innato; en la secundaria encabecé proyectos
deportivos y sociales, que me han brindado la oportunidad de guiar algunas
aspiraciones individuales y comunes. Hoy el Sena me está dando
una oportunidad de ser representante de Aprendices lo que para mí
es muy agradable, enriquecedor.
¿A su juicio,
qué condiciones debe reunir quien asuma la iniciativa para encauzar propuestas
y acciones solidarias?
El líder siempre
debe estar buscando la organización de un excelente equipo para trabajar
siempre unidos, lleva siempre el emblema de una meta común para todos los
integrantes del equipo; además el líder siempre diagnostica y entiende a cada
uno de sus colaboradores y los retroalimenta en sus deficiencias y luego los
acompaña con un mensaje de comprensión para que los mismos lleguen a realizar
la labor esperada y acordada. El líder hace suyos los errores del trabajo y
resalta en grupo los triunfos y los adelantos de la tarea. El líder es un buen
oyente y da confianza para recibir confianza por parte de sus colaboradores.
¿Cómo
concibe el liderazgo en tiempos en los que reina el descreimiento y la apatía
en los jóvenes?
Los
jóvenes de hoy son apáticos porque creen que no son y no serán escuchados pero
cuando un buen líder entiende a sus colaboradores y se llena de diagnósticos de
cada uno de ellos, puede hacer que ellos crean en sí mismos. Sí generamos
ideas y nos atrevemos a ser
imaginativos, con la coordinación
entusiasta, encontramos retroalimentación y seguimiento para que los colaboradores
confíen en sus líderes.
¿De qué
manera despertar el entusiasmo en la juventud por la participación y las causas
comunes?
El líder
debe reunir a su grupo, pedirle que se auto- diagnostiquen en sus fortalezas y
amenazas; de acuerdo a las fortalezas los clasifica con roles dentro del grupo.
Luego reúne uno por uno y examina sus amenazas o debilidades y los
retroalimenta, y los invita a que sean imaginativos y que ellos mismo resuelvan
su amenaza y la conviertan en fortaleza. El líder siempre está en continuo
seguimiento y acompañamiento para no dejar decaer a ninguno y los llena de
valor y de argumentos para seguir adelante.
¿Cómo
valora la presencia de la juventud en la solución a las problemáticas más
acuciantes en el escenario nacional y regional?
La
presencia de los jóvenes es de un inmenso valor, ya que las soluciones son más
exactas a las necesidades actuales. Los jóvenes tienen argumentos frescos, y en
la gran mayoría de los casos siempre han analizado las respuestas a cada uno de
los problemas. Los jóvenes de ahora son
directos y explican su actuar con recursos y con ideas, que bien aplicadas son garantía de solución. Por
esta razón considero que las mesas de trabajo o de discusión, así como los
talleres de solución, siempre deben estar integrados por jóvenes que estén y
vivan dentro de los escenarios en los que se originan las dificultades.
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