La
semana pasada, El Centro de Formación Agroindustrial La Angostura
recibió a delegaciones de distintos lugares del país. Aprendices del
Centro Biotecnológico del Caribe de la ciudad de Valledupar, de la
vereda Rio Negro Iquira y del vecino departamento del Caquetá,
confluyeron, todos ellos, con el propósito de adelantar acciones de
formación que fortalezcan el desarrollo de sus etapas lectivas. Aquí dos
testimonios que ilustran la inclusión y diversidad que se construyen
en el SENA.
Medlider Capaz
Aprendiz de la Tecnología en Gestión de Recursos Naturales - Rio Negro Iquira
“Nací en Tierradentro
Cauca en 1993. En la avalancha del Rio Páez perdí a un tio. Cuando se
nos habló de cambiarnos a otro lugar sentí miedo. El ver los cultivos de
mi familia sepultados me puso triste; pero el cambiar de tierra mucho
más. Con mis 6 hermanos emprendimos esta aventura. Sabemos que la tierra
es del indígena y que en donde estemos, la labranza es nuestro destino.
Los Paeces enfrentamos las penas en grupo, y la avalancha puso a prueba
nuestra capacidad de resistencia. Tan pronto llegamos a Rio Negro,
formamos el grupo musical Dsiy Luuch, que en lengua Páez significa Los Hijos del Camino.
La quena, la flauta, el charango y la guitarra son instrumentos, que
interpreto para agradecer a la naturaleza sus dones y regalos. En eso
nos diferenciamos del mestizo. Nosotros creemos que la música es un
camino para comunicarnos con la naturaleza, para agradecerle el alimento
que ella nos da. No soy egoísta, yo le enseño a ejecutar los
instrumentos a quien me lo pida. Estoy en la obligación de hacerlo. El
resguardo pide que así sea. Yo entré a la tecnología del SENA, porque
entre más aprendamos de la tierra, ella nos va a gradecer más. Los
mestizos saben técnicas que nosotros agradecemos que nos las comuniquen.
En el resguardo no creemos mucho en los políticos. Ellos nos visitan y
nos enseñan la discordia. El SENA nos enseña a mejorar los cultivos, a criar los animales, y eso si nos une. En el colegio Kuee Dsij ( Camino de la Juventud) nos enseñan que el primer deber lo tenemos es con la tierra”
Indalecio Bautista Cáceres
Aprendiz de la Tecnología en Agricultura de Precisión
Centro Biotecnológico del Caribe – Valledupar César
“ Yo nací en Zulia en el Norte de Santander el 26 de Mayo de 1976. El
amor por el campo lo heredé de mis papás. Soy de una familia campesina y
crecí entre cafetales. Yo adoro el café porque de ahí salió la comida
de nosotros. Siempre les digo a mis amigos que yo no tenía ábaco ni
armatodos. Yo jugaba con el café en el planchón, en el patio, en el
beneficiadero. Tengo dos hijos y a ellos les he enseñado que en el
campo está el futuro de Colombia. Yo por ejemplo me enamoré de la ciudad
y cuando joven imaginé que la ciudad era lo máximo. Me equivoqué.
Llegué a Valledupar a aventurar porque quise salir de la vereda en
Zulia. Ahorrando y trabajando en lo que me saliera me compré un taxi.
Para poder venir aquí al Huila tuve que buscar reemplazo. Vengo a
aprender porque mi sueño es ver la finca de mis viejos con sistemas de
riegos, con tecnología. Mis compañeros se burlan cuando me escuchan
decir que espero muy pronto comprarme un GPS y todas las herramientas
que se necesitan para aplicar la agricultura específica por sitio. Con
esfuerzo lo lograré. A mi mamá, que tiene 78 años, le prometí que la
finca se va a tecnificar. Lo lograré con todo lo que he aprendido en el SENA. Le
cuento que hace poco le hice una carrera en mi taxi a un señor que
resultó siendo ingeniero agrícola, y los dos hablamos de tú a tú. Él me
preguntó que por qué sabía tanto de técnica agrícola. Le dije que era
aprendizSENA. “
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