El PIB avanzará 5,3% este año, por encima del promedio del continente, de 4,7%.
La  perspectiva de crecimiento económico de Colombia mejora, pero hay  preocupación por la pobreza y el desempleo, mientras el reto es la tasa  de cambio, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el  Caribe (Cepal), de las Naciones Unidas.
La Cepal subió  el pronóstico de crecimiento a 5,3 por ciento, por encima del 4 por  ciento que estimó en diciembre pasado. En el 2012, el crecimiento sería  de 4,3 por ciento.
De esta manera, el país crecerá por  encima del promedio latinoamericano de 4,7 por ciento, pero por debajo  de ocho países de la región: Argentina, Ecuador, Haití, Chile, Panamá,  Perú, Paraguay y Uruguay.
De acuerdo con Jürgen Weller,  investigador principal del Estudio Económico 2010-2011 de la Cepal, "el  reto grande de Colombia es el tema cambiario, principalmente por el  flujo de capitales, que ha incidido en que Colombia esté entre los  países que ha sufrido mayor apreciación de su moneda y que es un desafío  evitar que se pierda competitividad en sectores no tradicionales, que  generan mayor valor agregado y que son muy importantes para la  estructura productiva y la generación de empleo". 
Si  bien la minería no genera empleo como otros sectores, para Weller, "hay  que fortalecer el impacto indirecto que producen actividades como la  minería, que es la que más crece, lo que puede hacerse a través de  encadenamientos productivos, por ejemplo, para satisfacer la demanda de  insumos para ese sector, de manera que se puedan aprovechar más los  ingresos generados por la minería, tanto por el lado de los salarios  como por los impuestos pagados por esa actividad. Que este sector, que  es el que menos empleo directo genera, crezca, no implica que la  economía no pueda ser capaz de generar empleo".
Aunque  Colombia no ha podido salir del club de los que tienen las tasas más  altas de desempleo, el investigador señala que se ubicó entre los 8  países que mejoraron el empleo, aunque el desempleo total sigue alto.
Una  disyuntiva para Colombia, dice, está en los altos niveles de pobreza  que soporta, pues, "si se aumentan los precios de los alimentos hay un  efecto favorable a corto plazo sobre la apreciación cambiaria: abarata  las importaciones y contrarresta los precios internacionales, pero al  mismo tiempo impide que se reduzcan los índices de pobreza".
Se puede mejorar más
Weller  destacó que las medidas adoptadas por el Gobierno colombiano han sido  clave. "En el tema fiscal han tratado de ampliar el espacio, tanto para  atender los gastos que definen como prioritarios, como para tener  recursos con qué reaccionar ante posibles situaciones de contexto más  desfavorable. En ese sentido, la orientación es adecuada, pero no hay  que descuidarse, pues siempre hay posibilidades de mejorar".
"Creo  que esta década -dice Weller- sigue siendo más de Asia, aunque también  de América Latina, pero esta última no va a ser el continente más  dinámico. Lo que sí se puede es sacar más provecho de las relaciones con  los países asiáticos. En parte, ese vínculo comercial explica el  desempeño positivo de la región".
"Colombia -agrega- sale  de un año bastante dinámico, el 2010 y continúa igual, en parte, porque  la demanda interna es fuerte, pero también las exportaciones. Además,  jugará un papel clave para los resultados del año el restablecimiento  que hubo de las relaciones comerciales con Venezuela. Por todo eso  ponemos esa estimación tan interesante".
Amenazas en EE.UU. y Europa
Pese  al buen momento que vive el país, sigue sujeto a los coletazos que  vienen de fuera. El investigador principal del estudio de la Cepal,  Jürgen Weller, advierte que siguen ciertas nubes en el horizonte. "La  debilidad en la recuperación de la economía de Estados Unidos, la  situación crítica de varios países europeos y lo que podría significar  para el euro y la economía europea en su conjunto son factores que, si  llegan a un estadio más crítico (el escenario más probable) afectaría no  solo la economía colombiana, sino la mundial". 
El  investigador recalca que "es hora de que la Unión Europea reconozca que  la deuda pública de Grecia es impagable y tiene que ser manejada de  manera más ordenada, tratando de desarrollar mecanismos que impidan el  efecto contagio a otras economías. En Grecia hay que llegar a un arreglo  que reduzca la carga de deuda. De lo contrario, va a haber un impacto  más negativo aún".